jueves, 31 de julio de 2008

Fin de semana sorpresa

El viernes a primera hora pusimos rumbo a Ribadesella; el plan era llegar para la hora de comer. Asturias nos recibió nublado y amenazando lluvia, como casi siempre. Dejamos los trastos en el hotel y nos buscamos un sitio para comer, uno de esos de menú de 10 euros que comes regular pero pagas poco, ya tendríamos tiempo de comer pitxines (rape) y arroz con bogavante en las cenas. Teníamos cuatro días por delante.
Después de comer bajamos a la playa; olvidamos que estábamos en el Cantábrico, coño qué fría el agua. Mi chico, que es un valiente, fue el único que se bañó. Yo le esperaba en la arena para darle una paliza a las palas. Y no se nos dio mal, nos costaba perder bolas.
Entre unas cosas y otras se nos hizo la hora de ducharnos, cuando estábamos en el hotel cambiándonos empezó a diluviar, con tormenta de relámpagos y truenos incluida, lo que limitó bastante nuestros planes, así que únicamente buscamos un sitio para cenar, tomar una copa tranquilos y marcharnos a dormir, pues el sábado teníamos planeado hacer el descenso.

El sábado amaneció de nuevo nublado, aunque el sol hacía sus esfuerzos por dejarse ver de vez en cuando. Creo que elegimos el peor día para hacer el descenso; el río estaba petao de canoas, los remos "mordían", apenas podías dar unas brazadas sin chocarte con nadie; además, la gente estaba muy apijotada, se quedaba parada y cruzada en medio del río, complicando el paso a los demás, entraban todos a la vez en los rápidos...Claro, así hubo los porrazos que hubo. Nosotros este año lo hicimos bien, no volcamos ninguna vez, no pedimos ningunas gafas de sol, no nos achicharamos los pies...Este año no me ha gustado tanto, demasiada gente en el río. Eso sí, hemos batido récord: hemos hecho los 14 kilómetros del descenso en tres horas. No puedo poneros fotos porque al río no llevamos la cámara.
Terminado el descenso nos fuimos al hotel a descansar un poco, haciendo tiempo para salir a tomar unas cañas. Ese sábado nos cogimos un buen pedo, después de la cena tomamos unas copas, y entre la sidra, el vino y las copas...Mi amiga Sandra y yo nos quedamos en la puerta del hotel terminando la copilla y fumando un canuto, los chicos se fueron a dormir, y ahí nos quedamos las dos hasta las tantas contándonos las penas.

Sandra el domingo tenía una resaca monumental, amén del estómago dado la vuelta. Nos fuimos a pasar el día a Gijón; gran error, no nos habíamos enterado que había una exhibición de aviones, y los accesos a la ciudad estaban colapsados, y la ciudad llena de gente y coches. Tardamos más de una hora en aparcar, y se nos hizo la hora de comer, así que dejamos el asunto playa para por la tarde. La playa de San Lorenzo de Gijón está genial porque es súper larga, y mientras en una zona de la playa hay bandera roja y no te puedes bañar, en otra de las zonas hay bandera verde. Nos bañamos, saltamos las olas, pero no estuvimos demasiado tiempo porque el mar tenía muchísima resaca (como mi amiga Sandra,jaja)y te llevaba hacia adentro enseguida. Otra de palas, me estoy haciendo experta en palas de playa, con eso de que doy clases de páddel...Salimos de Gijón sobre las siete, y cuando llegamos a Ribadesella me dijo mi chico que por qué no nos bajábamos los dos solos a fumar un porrillo a la playa.

Y allí que nos fuimos, charlando sobre lo increíble que es Asturias, en ese momento estábamos entre el mar y las montañas, al atardecer, un paisaje increíble...Marcos se para, se pone de rodillas...Y ME PIDE MATRIMONIO!!!

A mí me dio un ataque de risa, le pedí que, por favor se levantara...Cuando conseguí dejar de reirme le dije que sí, por supuesto, y puso esto en mi dedo. Aún estoy flipando, el anillo es precioso.

Así que si todo va bien, de aquí a un año nos casamos; estamos con el rollo de los paples, que nos están volviendo locos entre uno y otros. De momento es lo único que nos urge: tener fecha en el Ayuntamiento y en el restaurante, lo demás ya irá llegando.Näis cielo, me temo que tendrás que echarme más de una mano.



Y eso es todo, que me caso.Desde el domingo tengo esta cara de pánfila que no se me quita, no puedo dejar de mirar mi anillo, me siento un poco Golum.
Por cierto, me he cortado el pelo.

martes, 22 de julio de 2008

De aventuras en el Sella, otra vez.


Alguna vez he mencionado que una de las cosas que más me gusta hacer en verano es bajar el río Sella en kayac.


La primera vez que lo hicimos fue hace dos años, alguien nos había hablado muy bien de esta aventurilla, así que allá que nos fuimos Marcos y yo. Tuvimos mucha suerte con el alojamiento porque encontramos una especia de albergue regentado por una pareja de chicos muy majos, súper barato: 12 euros cada uno por noche con desayuno incluído.Tuvimos la suerte de que al albergue estaba vacío, así que no nos tocó compartirla habitación con nadie, ni tampoco el baño. Además, estos chicos nos facilitaron mucha información sobre empresas que se dedicaban a la multiaventura, y nos recomendaron la empresa de unos colegas suyos que, entre otras cosas, hacían el descenso. Así que nos levantamos temprano el sábado y nos acercamos al paseo de Ribadesella a contratar la excursión.


El rollo consiste en que te montas en una furgo con más gente y te llevan a Arriondas, en donde te dan chaleco salvavidas, el bote estanco donde está la comida (dos botellines de agua, un bollo preñao, una manzana y un dulce) y te bajan al río. En el kayac pueden ir una, dos y hasta tres personas. Nosotros siempre vamos los dos juntos, es menos cansado a la hora de remar.En el río, te enseñan el manejo básico del remo, te dan el kayac y te echan al agua. El trayecto suele durar todo el día, sales del río sobre las 12 de la mañana y te recogen sobre las 5.30 o así de la tarde, todo depende de la calma con que te tomes el descenso.

Nuestra primera vez fue muy divertida, se nos daba muy bien eso del remo, no como a otros que no hacían más que girar en torno a sí mismos, o chocarse con los demás kayacs, puesto que un día normal te puedes encontrar en el río más de 500 piraguas.

Nos flipamos un poco porque cada vez que veíamos un rápido, en vez de coger el otro lado del río, nos tirábamos a por el peligro como descerebrados; lo cierto es que nos salía muy bien, entrábamos muy deprisa en el rápido y enseguida girábamos los remos en el sentido correcto para no chocarnos contra la orilla. El problema de esta osadía era que entraras en el rápido con otras piraguas y te chocaras, lo cual significaba volcar, y en el rápido es un poco peligroso por las corrientes del propio río. Y algo parecido nos ocurrió. Íbamos a coger un rápido por la izquierda del río, lo cogimos muy bien, pero la salida era complicada porque había otra curva hacia la derecha muy chunga, ya que lo que cerraba la curva era una roca. Salimos del rápido muy bien, pero muy deprisa, así que chocamos contra el pedrusco; hasta ahí bien, íbamos a clavar los remos para salir cuando, de repente, una piragua con dos chicos, más descerebrados que nosotros salieron como locos del rápido y empotraron su piragua contra la nuestra, volcándonos justo contra la roca y en medio de una gran corriente. Yo me hundí, tragué agua varias veces, y cuando salí a la superficie estaba unos 8 metros río abajo. En esta perdí un zapato de agua, las gafas de sol y a Marcos, que estaba sujetando la piragua y cagándose en la madre que parió a los dos memos que nos habían volcado. Me agarré a un kayac que pasaba por allí para que no siguiera arrastrándome la corriente, hasta poder quedarme en algún lugar donde tocara el suelo

Marcos como loco porque no me veía, hasta que un señor de otra piragua le avisó que estaba más adelante. Un gran susto. Pero no nos amendrantamos, seguimos el descenso metiendonos por los rápidos, aunque nos asegurábamos que no hubieran más piraguas alrededor, porque ahí era donde se ponía peligroso.

Justo en medio del recorrido, alguien muy avispado tuvo la idea de montar un chiringuito. Es justo debajo del segundo puente. Dejas la canoa a la orilla, y bajas a tomarte unas cervecitas, unas sidras o lo que te apetezca. Es importante, una vez hecha la parada en el bar, ir con mucho cuidado en el río, puesto que con el calor que hace la mayoría nos hemos tomado dos o tres tercios de Mahou 5 estrellas, y la capacidad de reacción no es la misma. Podríamos decir que hasta el chiringuito es la parte aventurera del descenso; a partir de las cervezas, hay que bajar con calma. Ya sabéis, si bebes no conduzcas, ni navegues.




El verano pasado repetimos la aventura, pero con las lluvias de primavera el río estaba mucho más crecido, bajaba mucha agua, a diferencia del primer año, que había tramos en los que tenías que bajarte del kayac, cogerlo a hombros y pasar andando, pues había zonas tan escasas de agua que encallabas con las piedras del fondo. Pero el año pasado no era así. He de decir que el verano pasado bajamos mucho más cautelosos, pero nadie nos libró de volcar en otro rápido, y de perder otro par de gafas de sol.


Lo peor del año pasado llegó cuando nos encontramos con una parte del río en la que el lado derecho iba casi sin agua, pero el izquierdo bajaba con muchísima corriente y muy rápida; todo el mundo estaba bajado de su kayac avisando a los que llegaban que pasaran por el lado derecho, ya que en el izquierdo se había caído un árbol en mitad del río, y según entrabas con la piragua, te golpeabas contra el árbol a la altura del pecho y te quedabas atascado en medio de la corriente con el kayac y el árbol. Nosotros nos bajamos nada más ver a la gente, y pasamos por la derecha empujando la piragua; pero algunas personas no lo hicieron, y allí llegó el problema. Una vez metido en el rápido lo más sensato que podías hacer era tirarte de la piragua, dejarte arrastrar por la corriente y pasar por debajo del árbol. LLegaba un grupo de chicas en tres piraguas, todos gritándoles para que se tiraran del kayac; todas lo hicieron, menos una. Se metió un porrazo enorme contra el árbol, y se quedó enganchada, se le fue la canoa y se agarró al tronco del árbol, en medio de toda la corriente. La gritábamos que se soltara y se dejara llevar, pero la chica estaba muy asustada y no se atrevía a soltarse. Pues allí que se metió Marcos para sacarla. Yo acojonada, y maldiciendo a Marcos por meterse allí. Como pudo llegó hasta la chica, la sujetó fuerte del brazo, y la dijo que se dejara arrastrar con él por el río.Después de unos minutos, aparecieron corriente abajo; Marcos con todas las piernas arañadas por el árbol, y la chica con ataque de pánico brutal. Cuando salieron hacia el lado derecho, que apenas traía agua, se abrazó a Marcos y se puso a llorar de puro miedo. La intentamos tranquilizar como pudimos hasta que llegaron sus amigas, y seguimos río abajo. Otro susto monumental.

Este jueves hemos quedado con mi amiga Sandra y su novio. Nos vamos a Ribadesella a hacer el descenso de nuevo. No hay que perderse esa aventura, es muy divertido. A pesar de los sustos, de las gafas de sol perdidas en el rio, merece la pena. Sólo que este año tenemos que ir con más cuidado, pues ha llovido mucho y el río puede estar muy crecido. Además, vamos con estos amigos, y para ellos es su primer descenso. Aprovechamos y nos quedamos hasta el lunes, así podemos ir a la playita y disfrutar de Asturias otra vez.

Ya os contaré a la vuelta.

miércoles, 16 de julio de 2008

Conciertos de una noche de verano.

Ayer descargué las fotos del festival, y lamento deciros que no voy a poner ninguna porque son malas de pelotas, no hay una que me guste. Lo que sí os dire es que los conciertos, en general, estuvieron espectaculares; digo en general porque el de Pintingo me pareció una burda imitación de flamenco; creo que el tío tiene muy buena voz para el R&B, pero ni de palo para el flameno. Por mucho que uno quiera, no se puede adapatar el Killin'g my softly de Roberta Flack, ni el I will survive de Gloria Gaynor para cantar aflamencado,porque lo que sale, bajo mi opinión, es un churro frito con aires de Jonny de barrio, muy fomentado, también, por las maneras y la vestimenta del individuo en cuestión.
The Cabriolets, grupo liderado por la sobrinísima Bimba Bosé me dejó absolutamente indiferente. No hay más que contar.
El tema es que el primer concierto de Escenario Mundo fue el Flamenco All Stars, que agrupaba a una que no recuerdo su nombre, al Pintingo éste, a Antonio Carmona, que con su "Vente pa Madrid" preparó el ambiente para Rosario Flores. No es que yo sea muy aficionada a este tipo de música, pero he de reconocer que la tía es un huracán; qué marcha, qué ganas, qué alegría...Después de su "Marcha queremos marcha", todos los que estábamos allí nos sobrecogimos con ella cantando a mil voces el éxito de su hermano "No dudaría".

Con las ganas de música metidas en el cuerpo salieron al escenario los Estopa; era la tercera vez que las veía en directo, pues cuando estaba en la Universidad les vi en Salamanca y Zamora. He de decir que, a pesar de no haber comprado nunca un disco suyo, estos dos saben cómo hacer que la gente lo pase bien en un concierto. No esperaba menos de ellos.Muy divertidos.

Aprovechamos la acuación de Alejandro Sanz para hacer cola en el Burguer King; la verdad es que el tío es un artista como compositor, pero, y siempre bajo mi punto de vista, creo que como intérprete ya se le ha pasado el arroz. La voz medio rota que hace años cautivó a mucha gente se ha convertido en un "quiero y no puedo", amén del uso de repertorio de cuando Franco era corneta; vamos, que sólo le faltó cantar la de "Los dos cogidos de la mano". En defnitiva, que no me gustó en absoluto.

Ya cenados fuimos calentando motores para lo que de verdad iba a ser un concierto; bueno, mejor dicho "EL CONCIERTO". No quisimos ponernos tan cerca del escenario como en las anteriores actuaciones porque para nosotros, en ese caso, primaba el sonido, más fácil de percibir si te separas un poco de los inmensos altavoces. Nervios, el concierto debía haber empezado a las 12.15 y ya rondábamos las 12.25. Muchos nervios. Jamás en mi vida he sentido una expectación compartida tan palpable.
Se apagan las luces, se baja la música...empiezan a sonar los acordes de "Message in a botlle"...Lo reconozco, se me saltaron las lágrimas, es posible que haya quienes piensen que es una tontería, una ridiculez típica de fan quinceañera histérica, pero nada que ver. La sensación que tuve al escuchar a Police en directo sobrepasó todas mi expectativas. Me sorprendió sobremanera lo rockeros que estaban, guitarra y batería como nunca les había escuchado. Pese a haber pasado tanto tiempo, la banda estuvo súper cañera. Y qué decir de la voz de Sting...No ha perdido ni un ápice de su misticismo, de esa intimidad que hace que sientas que está cantando sólo para tí.
Eché mucho de menos a mi madre, a pesar de que la llamé en varias ocasiones. Cuando tocaron "Roxanne" la llamé de nuevo, me dijo que estaba viendo el conciero por televisión, pero quise que lo escuchara en directo, junto con las voces de las ochenta mil personas que estábamos viéndolo.
Creo que no exagero si digo que todos los que estábamos allí alcanzamos el éxtasis durante las dos horas largas que duró el recital de los ingleses.

¿Y ahora?Pues el cuerpo se me ha quedado con muchas gana de festival; barajo el Sonorama, pero coinciden con las fiestas del pueblo de Marcos y creo que no cabe la negociación.El FIB me encantó cuando estuve, pero empieza mañana y ya tenemos compromisos para este finde, así que nada. Es una pena, escuchar a Leonard Cohen en directo tiene que ser espectacular.
Así que no sé, acepto propuestas.

viernes, 11 de julio de 2008

Ya voy, ya voy

Ya sé que os debo post con el relato de todo lo que aconteció el sábado 5 de julio en el Rock in Río, pero os pido un poco de paciencia porque aún no he tenido timpo de descargar las fotos en el pc de casa, y me gustaría poneros algunas. Pero es que ando a mil porque estamos cerrando obra y hay que hacer la liquidación, certificación final y preparar toda la documentación y es que no me da tiempo.


Además, estoy dando clases de páddel, sí, ya lo sé, suena fatal, me veo como Aznar y eso, siendo lo roja que yo soy, pues no lo estoy llevando nada bien, pero le prometí a Mi cari que aprendería a jugar. Eso sí, tengo un profe de páddel que está bueno de narices, que por lo menos, algo ayuda; así que salgo de casa a las 8.15 de la mañana y llego a las 11.00 de la noche, y con pocas ganas de hacer nada.
De todos modos, de este finde no pasa que descargue las fotos y actualice.
Pues eso, un poco de paciencia por fis.



martes, 1 de julio de 2008

Yo voy!

Desde que recuerdo, una de mis grandes pasiones ha sido la música; siempre ando canturreando y me sé muchísimas canciones, algunas, incluso, ni siquiera sé por qué las conoczco. El caso es que adoro la música. Y desde hace muchos años, tengo una promesa pendiente.

No sé si debería llamarlo promesa,o deseo. Hace 17 años prometí que no moriría sin ver en directo a tres bandas: U2, Queen y Police. Y puede sonar raro que una niña con 12 años tuviera tan claros sus gustos musicales. Todo mi amor por la música se lo debo a mis padres, melómanos empedernidos; mi padre era todo un rockero, le gustaba Miguel Ríos, Queen, Rolling Stones...Mi madre era más punky, le molaba Barón Rojo, Leño, La polla records...También la música más roja, como la de Ana Belén y Víctor Manuel, Raimond, Lluis Llach y toda esa banda. Os sorprenderíais de los vinilos y los cassettes que mi hermano y yo hemos heredado de ellos. Y yo me fui empapando un poco de todo; mientras mis compañeras de clase se sabían los éxitos de Juan Pardo y Julio Iglesias, yo me sabía las de Radio Futura, y me inventaba en inglés las de Queen y Police.

A lo que iba, que me lío;mi promesa/deseo se rompió muy pronto, porque Freddie Mercury, líder de Queen, nos dejó un 24 de Noviembre de 1991, sólo algunos meses después de que yo me hiciera ese propósito. Recuerdo muy bien cómo me enteré de que había fallecido: estaba desayunando antes de ir al cole, teníamos puesta la radio en la cocina y oímos la noticia. Yo me quedé de pieda, ni siquiera sabía que Freddie Mercury estaba infectado de Sida. Así que me resigné y taché de la lista a una de las bandas. Me fastidió mucho el hecho de que Mercury dejara tanta música grabada para dspués de su muerte; respeto que no quisiera airear su enfermedad, peo no nos dejes material si jamás podremos verte en directo.



A los U2 les ví cuando estudiaba en Salamanca, me fui a Madrid a ver el concierto de la gira "All you can live behind", en el año 2000 o así, no me acuerdo muy bien, pero sí recuerdo que el concierto fue espectacular; me costó un huevo encontrar y pagarme la entrada, pues mi madre, claro está, no financiaba este tipo de cultura, pero mereció la pena mucho, mucho, mucho.Salimos de Salamancaen bus, llegamos a Madrid, vimos el concierto y estuvimos por ahí hasta las 8:00 de la mañana que cogimos el bus de regreso.





Y me quedaba Police, peo no tenía grandes esperanzas, pues la banda se disolvió antes de que yo empezara a escuchar sus discos. Pero doy gracias a esta tendecia que hay, ésa que hace que todas las grandes bandas vuelvan a unirse para tocar en directo. El año pasado vinieron a España pero me fue imposible conseguir entradas, así que cuando a principios de año me enteré que venían al Rock in Río Madrid no lo pensé dos veces. Compramos las entradas el primer día que estuvieron a la venta, y por fin, este sábado, voy a poder gritar con ellos eso "Roooooxaneee".

Así que YO VOY!
¿Nos veremos por allí?

EDITO: ME SOBRAN DOS ENTRADAS PARA LOS CONCIERTOS DE MAÑANA, QUE ERAN DE MI MADRE PERO SE HA RAJADO A ÚLTIMA HORA, SI ALGUIEN ESTÁ INTERESADO QUE DEJE COMENTAIO CON DIRECCIÓN DE MAIL.