viernes, 25 de noviembre de 2011

Cosas pendientes

Tengo un montón de cosas que quiero hacer, empezando por un Carrot cake; desde que lo probé en el Foster's no dejo de pensar en él. Luego lo volví a probar en Madrid, en una tiendecita de Chueca que hay un montón de tartas estupendas, cupcakes, bombones...Ummm, qué rico...Desde entonces ando buscando recetas para poder hacerlo en casa, y he encontrado una que me convence mogollón, y la pienso hacer esta tarde o mañana. He tardado en encontrar la receta perfecta, pero es que me da un poco de pereza tener que comprar los moldes, y algunos ingredientes que no tengo habitualmente en casa (como la harina integral, el extracto de vainilla...) para que luego me salga un churro y se quede todo ahí muerto de risa.
Pero como me salga rica...Ay má, como me salga rica!!!! Ya me veo cogiendo de nuevo los 18Kg que he perdido, sólo a base de tarta de zanahoria.
Pero no sé muy bien cuándo hacerla, porque otra cosa que tengo pendiente es hacer las coronas de Navidad. El año pasado, viendo imágenes en Google de decoración navideña para coger ideas, ví unas coronas súper chulas hechas con las bolas del árbol que ya no te van gustando. Y me animé e hice una para nuestra casa. Y fue todo un éxito!!! Así que este año me he liado la manta a la cabeza y voy a hacer otras cinco más: una para mi, que la del año pasado quedó casi sin bolas de todas las que se fueron cayendo; otra para mi suegra, de sorpresa, que este año, con Simón, está toda ilusionada con la Navidad y ayer ya plantó el árbol en su casa. Y tres más para mi madre; sí, tres, para su restaurante. Vi en Internet unas hechas con los corchos de las botellas de vino y me gustó mucho la idea. Total, que se lo comenté, y me dijo que mejor tres, una para cada cristalera. Así que hoy Simón se queda con sus abuelos hasta las 7, y así yo puedo dedicerme a estos quehaceres. Lo que no sé es cómo organizarme porque, por un lado, mañana tengo a los amigos a cenar en casa, y podría probar a hacer el Carrot cake de postre. Si sale mal, con decir que no hay postre y que pasamos directamente al café y los chupitos, hecho.
Por cierto, ¿os he contado alguna vez que tenemos una amiga, Pilar, que es una kamikace de los chupitos? En la última vez que nos reunimos en mi casa para cenar, se la ocurrió hacer ruleta rusa con chupitos de vodka. Esto es: se ponen todos de espaldas, y el que la lleva, llena tantos vasos de chupito como bebedores haya. En todos hecha agua, salvo en uno o dos, que hay vodka. Los participantes eligen uno, y no se puede cambiar, y el que ha llenado los vasos se queda el último, por lo que tiene que coger el chupito que haya quedado. Pues bien, la última vez que hicimos ésto éramos 7 personas y nos bebimos una botella de vodka y media de orujo blanco. Y mil porros...
En fin, que me lío. Mañana ya tengo mucho jaleo porque por la mañana tengo que preparar purés para Simón para unos cuantos días (ya que me pongo, lleno la parte de arriba del congelador y así tengo para descuidarme un par de semanas), y por la tarde, lo que vayamos a cenar por la noche. La última vez, la noche de los chupitos, preparé una cazuela de lechazo guisado con setas de cardo de flipar, más unos entrantes que ya no me acuerdo. Todo muuu rico...
Y hoy por la tarde, aprovechando que es viernes y Simón se queda con sus abuelos hasta las 6.30 o así, me gustaría dedicarlo a hacer la corona de mi suegra, por lo menos, y alguna de las de mi madre.
No sé muy bien cómo organizarme porque las coronas necesitan dedicación exclusiva sin no quieres dejarlo todo lleno de pegotes de silicona...Podría dejar arrancado hoy el bizcocho de la tarta antes de sentarme a hacer las coronas, y mientras se hace en el horno ponerme con ellas, y mañana rematar con el frosting por la tarde mientras preparo lo de la cena...Ay, mira que me gusta liarme la manta a la cabeza...
En fin, que se me presenta un fin de semana muy movidito...

sábado, 19 de noviembre de 2011

A veces me desbordo; últimamente lo hago más de lo que me gustaría. Mi problema es que cuando me desbordo dejo salir toda la rabia que tengo dentro, que, visto lo visto, es mucha, y no mido mis palabras, ni el tono, ni tan si quiera la forma. Y yo, que soy jodidamente diplomática, sin darme cuenta me convierto en un perra. Y cuando la he liado, me doy cuenta de de que me he pasado, y de que difícilmente hay vuelta atrás.
Hoy no tengo ningún canuto, y vive Dios que daría varios apéndices de mi mano izquierda por tener un porrillo que me atontara un poco y me ayudara a dejar de dar vueltas a la cabeza.
Hoy ha sido un día estupendo; hemos celebrado el cumpleaños de mi pequeño, y todo ha salido genial. El sitio donde hemos comido era perfecto, todo ha salido genial, pero al final me he calentado la cabeza y la he cagado, pero bien cagada.
Ahora mi chico está sentado en el sofá con un mosqueo que te cagas, y razón no le falta.
Y yo me siento como una mierda. Me asiento tan tan mal que no sé ni cómo explicarlo. Quisiera poder explicarlo bien, pero no puedo. Tengo un nudo en el pecho que hasta me cuesta respirar. Y no sé cómo arreglarlo. Supongo que, una vez más, confiaré en la comprensión de Marcos para que las cosas se calmen y vuelvan a su sitio.Pero no estoy muy segura de que eso vaya a suceder. O, al menos, no muy pronto.
Y lo peor, es que hoy me he dado cuenta de lo fácil que es usar a los hijos como excusa. Y me siento tan tan culpable que, ahora mismo, estaría dispuesta a hacer cualquier cosa por dejar de sentirme así. Cualquier cosa.
Pensé que escribir me haría sentir un poco mejor, pero no es así. Soy una hija de puta y no tengo solución.
Ya he pedido perdón, pero no me siento ni un poquito mejor. Está claro que no merezco nada de lo que tengo: ni a mi marido, ni a mi hijo, ni a mi familia...Sólo sé cagarla.
¿A dónde va la gente como yo? Está claro que no puedo dar marcha atrás, pero tampoco se me ocurre nada que pueda hacer para dejar de sentirme tan mal, tan gilipollas, tan mediocre...
Lo siento tanto...