viernes, 25 de noviembre de 2011

Cosas pendientes

Tengo un montón de cosas que quiero hacer, empezando por un Carrot cake; desde que lo probé en el Foster's no dejo de pensar en él. Luego lo volví a probar en Madrid, en una tiendecita de Chueca que hay un montón de tartas estupendas, cupcakes, bombones...Ummm, qué rico...Desde entonces ando buscando recetas para poder hacerlo en casa, y he encontrado una que me convence mogollón, y la pienso hacer esta tarde o mañana. He tardado en encontrar la receta perfecta, pero es que me da un poco de pereza tener que comprar los moldes, y algunos ingredientes que no tengo habitualmente en casa (como la harina integral, el extracto de vainilla...) para que luego me salga un churro y se quede todo ahí muerto de risa.
Pero como me salga rica...Ay má, como me salga rica!!!! Ya me veo cogiendo de nuevo los 18Kg que he perdido, sólo a base de tarta de zanahoria.
Pero no sé muy bien cuándo hacerla, porque otra cosa que tengo pendiente es hacer las coronas de Navidad. El año pasado, viendo imágenes en Google de decoración navideña para coger ideas, ví unas coronas súper chulas hechas con las bolas del árbol que ya no te van gustando. Y me animé e hice una para nuestra casa. Y fue todo un éxito!!! Así que este año me he liado la manta a la cabeza y voy a hacer otras cinco más: una para mi, que la del año pasado quedó casi sin bolas de todas las que se fueron cayendo; otra para mi suegra, de sorpresa, que este año, con Simón, está toda ilusionada con la Navidad y ayer ya plantó el árbol en su casa. Y tres más para mi madre; sí, tres, para su restaurante. Vi en Internet unas hechas con los corchos de las botellas de vino y me gustó mucho la idea. Total, que se lo comenté, y me dijo que mejor tres, una para cada cristalera. Así que hoy Simón se queda con sus abuelos hasta las 7, y así yo puedo dedicerme a estos quehaceres. Lo que no sé es cómo organizarme porque, por un lado, mañana tengo a los amigos a cenar en casa, y podría probar a hacer el Carrot cake de postre. Si sale mal, con decir que no hay postre y que pasamos directamente al café y los chupitos, hecho.
Por cierto, ¿os he contado alguna vez que tenemos una amiga, Pilar, que es una kamikace de los chupitos? En la última vez que nos reunimos en mi casa para cenar, se la ocurrió hacer ruleta rusa con chupitos de vodka. Esto es: se ponen todos de espaldas, y el que la lleva, llena tantos vasos de chupito como bebedores haya. En todos hecha agua, salvo en uno o dos, que hay vodka. Los participantes eligen uno, y no se puede cambiar, y el que ha llenado los vasos se queda el último, por lo que tiene que coger el chupito que haya quedado. Pues bien, la última vez que hicimos ésto éramos 7 personas y nos bebimos una botella de vodka y media de orujo blanco. Y mil porros...
En fin, que me lío. Mañana ya tengo mucho jaleo porque por la mañana tengo que preparar purés para Simón para unos cuantos días (ya que me pongo, lleno la parte de arriba del congelador y así tengo para descuidarme un par de semanas), y por la tarde, lo que vayamos a cenar por la noche. La última vez, la noche de los chupitos, preparé una cazuela de lechazo guisado con setas de cardo de flipar, más unos entrantes que ya no me acuerdo. Todo muuu rico...
Y hoy por la tarde, aprovechando que es viernes y Simón se queda con sus abuelos hasta las 6.30 o así, me gustaría dedicarlo a hacer la corona de mi suegra, por lo menos, y alguna de las de mi madre.
No sé muy bien cómo organizarme porque las coronas necesitan dedicación exclusiva sin no quieres dejarlo todo lleno de pegotes de silicona...Podría dejar arrancado hoy el bizcocho de la tarta antes de sentarme a hacer las coronas, y mientras se hace en el horno ponerme con ellas, y mañana rematar con el frosting por la tarde mientras preparo lo de la cena...Ay, mira que me gusta liarme la manta a la cabeza...
En fin, que se me presenta un fin de semana muy movidito...

sábado, 19 de noviembre de 2011

A veces me desbordo; últimamente lo hago más de lo que me gustaría. Mi problema es que cuando me desbordo dejo salir toda la rabia que tengo dentro, que, visto lo visto, es mucha, y no mido mis palabras, ni el tono, ni tan si quiera la forma. Y yo, que soy jodidamente diplomática, sin darme cuenta me convierto en un perra. Y cuando la he liado, me doy cuenta de de que me he pasado, y de que difícilmente hay vuelta atrás.
Hoy no tengo ningún canuto, y vive Dios que daría varios apéndices de mi mano izquierda por tener un porrillo que me atontara un poco y me ayudara a dejar de dar vueltas a la cabeza.
Hoy ha sido un día estupendo; hemos celebrado el cumpleaños de mi pequeño, y todo ha salido genial. El sitio donde hemos comido era perfecto, todo ha salido genial, pero al final me he calentado la cabeza y la he cagado, pero bien cagada.
Ahora mi chico está sentado en el sofá con un mosqueo que te cagas, y razón no le falta.
Y yo me siento como una mierda. Me asiento tan tan mal que no sé ni cómo explicarlo. Quisiera poder explicarlo bien, pero no puedo. Tengo un nudo en el pecho que hasta me cuesta respirar. Y no sé cómo arreglarlo. Supongo que, una vez más, confiaré en la comprensión de Marcos para que las cosas se calmen y vuelvan a su sitio.Pero no estoy muy segura de que eso vaya a suceder. O, al menos, no muy pronto.
Y lo peor, es que hoy me he dado cuenta de lo fácil que es usar a los hijos como excusa. Y me siento tan tan culpable que, ahora mismo, estaría dispuesta a hacer cualquier cosa por dejar de sentirme así. Cualquier cosa.
Pensé que escribir me haría sentir un poco mejor, pero no es así. Soy una hija de puta y no tengo solución.
Ya he pedido perdón, pero no me siento ni un poquito mejor. Está claro que no merezco nada de lo que tengo: ni a mi marido, ni a mi hijo, ni a mi familia...Sólo sé cagarla.
¿A dónde va la gente como yo? Está claro que no puedo dar marcha atrás, pero tampoco se me ocurre nada que pueda hacer para dejar de sentirme tan mal, tan gilipollas, tan mediocre...
Lo siento tanto...

domingo, 30 de octubre de 2011

A corazón abierto

Los días en los que se cambia la hora son raros, lo mismo da si la hora es para adelante o para atrás, te cambia los ritmos y andas descolocado desde la mañana a la noche. Sin embargo hoy ha sido uno de esos extraños días en los que, a pesar de andar despistada todo el rato y,a pesar de que mi chico me la ha jugado esta mañana un poco, con mi respectivo mosqueo, las cosas han ido mejorando inesperadamente hasta convertirse en un día perfecto; éstos en que las cosas van fluyendo de forma relajada, disfrutando a cada ratillo, volviendo a compartir rutinas y cañas con buenos amigos de los que las circunstancias, por cosas de la vida misma, te han alejado durante unos meses.


Y ha sido estupendo!!! Así que ahora mismo, coronando el día con buena música en mi iPhone y con un canutillo inesperado que ,seamos sinceros, era una de las cosas que más echaba de menos desde que me quedé embarazada, me siento en la obligación moral de compartir este extraño rato de felicidad que me tiene en una nube (¿o será más bien por el porrillo? lo de la nube, digo) Sea como fuere, pensando en lo que hoy ha supuesto, y sentada en este riconcillo de mi salón, mientras mi chico se ve una de virus en la tele, saco algunas conclusiones que quiero dejar por escrito en algún sitio para echar mano de ellas en esos momentos de bajonazo que me dan de vez en cuando y que hacen que lo vea todo feo, negro y sin solución.


Allá vamos, a corazón abierto, sin remilgos y preparada por si algo escuece:






  1. Hacer saber a los demás lo bueno que ha sido algo que has compartido con ellos; mandarles un WhatsApp dicéndoles lo guay que ha pasado el día, o el ratillo del café compartido. Así siempre quedará un mejor sabor de boca que haga que quieras repetir en breve. Porque es importante sacar momentos para los amigos, para un desahogo rápido que dura lo que dura fumar un piti en la puerta del bar.



  2. Comprender lo más pronto posible que, a veces, las circunstancias de la vida hacen que las cosas se tuerzan. No vale hacerse mala sangre pensando que nos están jodiendo; no, nadie me jode (no si yo no me dejo, claro!), simplemente, las expectativas no se cumplen siempre, y punto pelota. Asúmelo y serás más feliz.



  3. Y cogiendo el hilo de lo anterior, métete en la cabeza que la perfección casi nunca existe, así que no te dejes el pellejo, la ilusión y todas tus ganas en perseguirla siempre y ante todo! Respira, por Dios, y deja de mover la pierna de una vez...



  4. Tienes una vida increíble, esperando a que dejes de marearte a tí misma y la disfrutes al 100%. (Y es cierto,mi marido es todo lo que yo no soy y necesitaba tanto, me ha dado un hijo que jamás pensé que me haría tan feliz, y mi familia está bien, cada uno viviendo su vida lo mejor que sabe)...Sinceramente reina, no tienes de qué quejarte.



Así que cuando vuelvas a empezar a comerte a tí misma, cuestionándote todo lo que te rodea, menospreciando regalos que la vida te va dejando por el camino, como si fueran bonus en un videojuego, para que las cojas y te carguen las pilas, dos opciones te doy: o te vas de pedo con tu cari, a bailotear y copear, con la resaca del día siguiente; o te lees ésto y recuerdas la sensación tan acojonante que tenías cuando lo escribiste(Domingo 30 de Octubre a las 23:10, después de haber pasado el día en Aldeamayor). Aprende, Nuria, aprende;echa mano de lo bueno vivido como premisa de lo bueno que ha de venir.


Ala, se acabó el disco guay y el canu. A otra cosa, mariposa.





jueves, 6 de octubre de 2011

Nada de ná

Hace mucho que no escribo nada; no es que no haya nada que contaros, que siempre hay alguna cosilla digna de mención, aunque, si he de ser sincera, tampoco mi vida es que esté llena de emociones, lo que pasa es que estoy perezosa.
El curro es como una montaña rusa, hay días que me toco las narices con las dos manos, y hay días que voy de cabeza a todos los sitios, más liada que la pata de un romano. Estas últimas semanas están siendo especialmente críticas; la situación de la empresa es insostenible, y más temprano que tarde nos vamos a ir a la calle. Ya hemos tenido que hacer un ERE para 10 de los trabajadores, ahora quedamos 7, pero como no nos salga obra no creo que lleguemos a finales de año. Me jode porque mi jefe es un buen tío y lo está pasando realmente mal. Ha tenido mala suerte porque las últimas inversiones que hizo le han salido como el culo y ha perdido mucha pasta. Pasta que ahora nos vendría de lujo para aguantar la empresa unos meses más. Por poneros un ejemplo, nos íbamos a ir a Libia a construir 900 viviendas y un complejo deportivo de lujo. Ya teníamos la obra adjudicada y...Estalla la revuelta contra Gadafi. Y todo el dinero que hemos tenido que invertir, se ha ido a la mierda; algo menos de 100.000,00€ tirados a la basura. Y como ésta otras cuantas.
En el plano más personal, todo va bien, ejerciendo de mamá desde las 13.30 que recojo a mi pequeño de casa de sus abuelos. Mola, Simón es un niño fantástico que se porta genial, come estupendamente, no se enfada, no llora, no da guerra...Sería el niño perfecto si durmiese la siesta, pero no puedo pedir más. Ahora está en esa etapa en la que todo su afán es andar, andar, andar...Me tiene arriñonada todo el día, pero es una delicia verle. En cuanto le sientas en el suelo sólo hace que buscar un punto de apoyo para ponerse de pie y poder andar agarrándose a las cosas. Evidentemente ya se ha dado unos cuantos porrazos, pero el Sana, sana nos sigue funcionando; eso y el Arnidol, que es fantástico.
Ando un poco cansada, eso sí, porque desde que me levanto hasta que me acuesto no paro, y la mitad de los días me quedo dormida en el sofá antes de que a mi chico le haya dado tiempo a poner la cena en la mesa. Marcos también anda muy liado últimamente, no llega a casa antes de las 10 casi ningún día. Y eso es lo peor, porque yo me tengo que hacer cargo de todo, y hay días que estoy genial y me veo con muchas fuerzas y no me cuesta nada hacer las cosas;pero hay otros días, como ayer, por ejemplo, que después de una mañana de mierda en el curro sin parar sólo pensar en la tarde que aún me queda por delante me dan ganas de llorar. Pero en fin, así son las cosas, ¿no?
Encima este tiempo de mierda me tiene el cuerpo revuelto; no es lógico que en Palencia a 4 de Octubre tengamos 29ºC de temperatura, es que es insano, coño. Encima como no ha llovido ni una gota, este otoño nos despedimos de ir a por boletus. Ya me dirás a mí, si están los montes más secos que la mojama. Y eso, aunque parezca una tontería, me tiene muy encabronada porque ir a por hongos es algo que me encanta, me ayuda muchísimo a desconectar de todo. Yo diría que, para mí, tiene efecto terapéutico. Me iba a haber cogido puente la semana que viene para ir a por setas, pero está claro que setas no va a haber ni una; además, han operado a mi jefe la semana pasada y estoy un poco de encargadilla de todo, así que no me parece bien dejarle colgado esos días. Encima, mi chico no puede coger esos días porque anda también muy liado en el trabajo, así que es tontería...
Bueno reinas, perdonar el post mierdoso pero, de verdad, que estoy que no doy para más.
Un besazo muy fuerte para todas.

martes, 12 de julio de 2011

Madre contra madre

No soy mucho de leer blogs de otras madres, básicamente porque, después de haber leído algunos libros relacionados con la maternidad, haber puesto en práctica algunos de sus consejos y haber obtenido unos resultados extraordinariamente decepcionantes, he llegado a la conclusión de que esto de la maternidad va a salto de mata; es decir, ante nuevas situaciones hay que tirar de intuición y sentido común.
Sin embargo, leyendo blogs de mi coleguitas, me ha resultado imposible no echar un vistazo a blogs que ellas siguen, muchas de ellos blogs de madres, que hablan sobre la maternidad y sus hijos; cuentan qué hacen y cómo lo hacen, cómo educan a sus hijos, cómo los alimentan...
Y muchos de esos blogs tienen algo en común: las críticas hacia otras madres. Unas veces esas críticas son directas, y casi hasta nominativas; otras veces, critican una actitud, una elección u otra opción elegida por otra madre. Y esto me ha hecho pensar, y mucho.

¿Por qué nos atacamos las unas a las otras?¿Por qué criticamos sin piedad lo que hacen las demás, si ésto no coincide con lo que nosotras hacemos?¿Acaso no tenemos suficientes factores en contra de por sí?

Teniendo en cuenta que desde que nos quedamos embarazadas nos enfrentamos a esto de la maternidad absolutamente solas, ya que por mucho que tengamos a nuestra pareja, familia y amigos, todo lo que ocurre en esa etapa nos ocurre directamente a nosotras, y que en el momento que nace tu bebé eres tú misma quien tiene toda la responsabilidad sobre esa criaturita a la que ni siquiera sabes cómo coger, ¿no es demasiado duro ya que tenemos que andar poniéndonos en tela de juicio? ¿Por qué la mayor enemiga de una madre siempre es otra madre, ya sea tu suegra, tu prima o la vecina del quinto, que nunca te dedican una palabra de aliento, o un "qué bien lo estás haciendo"? ¿Por qué lo único que recibimos de nuestras "congéneres" son "este niño tiene frío, abrígale más", o "este niño pasa hambre, enchúfale un biberón" o un "no le des potitos, es mejor que le hagas un puré"?

Varias de esas críticas las he leído de madres que defienden a pies juntillas las premisas de lactancia a demanda, porteo y colecho. Yo estoy de acuerdo con estas tres premisas, de hecho, las he puesto en práctica con mi cachorro. Pero, como todo en esta vida, ha llegado un momento en que las circunstancias se han impuesto a las preferencias, y he tenido que dejar paso a otras cosas por el bien de mi bebé.
Mi niño ha estado con lactancia exclusiva hasta los 6 meses. Para poder hacerlo, tuve que pedir una excedencia en mi trabajo de dos meses, y aquí es donde comienzan a mandar las circunstancias porque, ¿y las mujeres que, por motivos económicos, empresariales o de cualquier otra índole no pueden coger excedencia y han de volver al curro pasadas las 16 semanas de baja por maternidad? ¿son peores, o menos madres, si deciden destetar parcial o totalmente a sus hijos? Yo creo que no, y creo que hay que respetar a todas las mujeres que toman una decisión así ,que me apuesto mis brillantes a que para ellas no es fácil.
¿No sería más eficaz dedicar todas esas críticas a nuestro sistema laboral, que ve la maternidad como si de la escarlatina se tratara? ¿O a nuestro Gobierno, cuyo Ministerio de Sanidad grita a los cuatro vientos que tenemos que dar la teta de forma exclusiva hasta los 6 meses, pero luego su Ministerio de Trabajo nos manda de vuelta al curro a las 16 semanas?
No podemos hacer blanco de nuestras críticas a aquellas que vuelven al trabajo a las 16 semanas porque no conocemos cuáles son sus circunstancias, ni personales, ni económicas ni de ningún tipo. Y sean cuales sean sus motivos, no podemos ser tan necias de criticarlas porque son madres como nosotras, porque nos llenamos la boca diciendo que sólo las que hemos sido madres podemos entender lo que significa pero luego somos las primeras en tirar la primera piedra.
Yo misma podría haber seguido más tiempo con excedencia y haberme quedado en casa con mi niño, pero quise volver al trabajo. Y quise volver porque la empresa en la que curro está pasando un mal momento y yo sentí que tenía que estar ahí, al lado de mi jefe, porque le conozco y sé que me iba a necesitar para muchas cosas. Y volví porque mi cachorro está con su abuela tan feliz, que le baja a la piscina de su urbanización todas las mañanas, viendo gente distinta, haciendo cosas diferentes de las que hacía conmigo. Y si tuviera que haberlo dejado unas horas en la guardería, igual hubiera vuelto a mi trabajo. Tengo amigas que viven en la Capital del Reino y están embarazadas, y no tienen familia allí. Ya se están moviendo para encontrar una buena guardería para sus pequeñas, porque en algún momento tendrán que dejarlas para volver a su trabajo. Son mujeres que han luchado muchos años para conseguir el curro que ahora tienen, y las respeto muchísimo porque sé que han dejado atrás muchas cosas cosas para conseguir lo que ahora tienen, y ahora que van a ser madres, que están mil de felices por su futura maternidad, las admiro mucho más por su valentía, por ser capaces de adaptarse a sus nuevas circunstancias con una sonrisa, por buscarse la vida como haga falta. Y no considero que vayan a ser peores madres que yo por tener que dejar a sus hijos en una guardería.Porque lo peor que las podría pasar es tener a madres a su alrededor que en vez de apoyarlas en sus decisiones las criticaran, las hundieran o las hiciesen sentir culpables.

Siguiendo con la lactancia, mi hijo sigue tomando sólo pecho por las mañanas como desayuno, que le doy antes de dejarlo con su abuela, puré a mediodía y frutas por la tarde. Por las noches tomaba sólo pecho antes de irse a dormir, hasta que esto no fue suficiente y empecé a darle papilla a base de leche de fórmula y cereales. ¡¡¡¡Ohhh siiii, leche de fórmula!!!!Para mi sorpresa ni se ha puesto verde ni le han salido antenas, sigue siendo un bebé "normal". Después de la papilla, teta hasta que él dice basta y a dormir. ¿Soy una madre monstruosa por haber empezado a darle leche de fórmula?¿Por no haber conseguido, tras muchos esfuerzos y un dolor de tetas de tres pares de narices sacarme mi propia leche para hacerle la papilla? Pues yo misma, que defiendo la lactancia materna hasta el final me he dado cuenta de que a veces las cosas ni son tan fáciles, ni tan eficientes. Lo que bajo ningún concepto voy a permitir, es que mi niño pase mala noche porque se queda con hambre, y si la solución pasa por darle leche de fórmula, pues allá que me voy, porque me da la sensación de que muchas veces nos olvidamos del objetivo fundamental de la maternidad: la salud, la felicidad y el bienestar de nuestros hijos. Y esto me lleva a otra pregunta, ¿por qué las madres que no dan el pecho son objeto de tantas críticas? ¿Por qué no somos capaces de respetar, y digo bien "somos capaces" porque es una cuestión de actitud, a las madres que eligen/tienen que dar biberón? Recientemente he conocido el caso de una mamá que durante el primer mes de vida de su hijo le ha estado poniendo al pecho continuamente, pese a su cansancio, pese a que el bebé lloraba sin para porque no mamaba y tenía hambre...Y ya rendida ha desistido de la lactancia porque no ha habido manera que su bebé la cogiera el pecho. Yo no la considero peor madre que yo, ella lo ha intentado y no la ha funcionado tan bien como a mí, por ejemplo, pese a que ella tenía todos los factores a su favor y yo los tuve todos en contra. Y ya está, Y NO PASA NADA. Y si después de haberlas pasado putas durante un mes no quiere la ayuda de la Liga de la Leche porque ve que su retoño crece sano y feliz, NO PASA NADA. No juzguemos su decisión, ni sus motivos, y, lo más importante, no la juzguemos a ella como madre.

Con todo esto sólo quiero poner de manifiesto una realidad que me he encontrado sin esperarlo, y es que las madres no podemos ser "enemigas" de otras madres que ejercen su maternidad de forma diferente. Porque en este juego no hay reglas escritas y cada bebé es distinto, lo que a uno le va de lujo al otro le cae como un tiro. Ya bastante tenemos con hacerlo lo mejor que sabemos, por dar de nosotras el 120% en favor de nuestros retoños. Que bastantes enemigos tenemos de por sí: la suegra "porculera", el sistema laboral que tal y como está montado hace que la maternidad sea algo negativo...
No quiero herir sensibilidades de nadie, ni mucho menos alzar el dedo acusador contra ninguna madre. Sólo quiero plantear una reflexión, a ver si es posible que la próxima vez que vayamos a criticar a otra mamá por lo que hace o deja de hacer, nos paremos un momento a pensar en nosotras como un todo.

jueves, 7 de julio de 2011

I need a break

6.30 Suena el despertador, apagarlo enseguida para que no se despierte Simón y a la ducha cagando leches, que el tiempo apremia.
7.00 Desayuno, a la par que voy recogiendo los juguetillos de mi cachorro que quedaron por ahí del día anterior; aprovecho y pongo alguna lavadora o el lavaplatos. Abro ventanas y ventilo.
7.15 Despierto a mi pequeñín, que está como un bendito, para ponerle al pecho y que desayune. Éstos son los únicos 15 min de relax.
7.30 Cambio de pañal, aseo y visto a Simón, dejándole listo para salir. Hago la cama y recojo un poco la habitación, mientras el peque me mira desde la hamaca, y yo creo que piensa que me va a dar un infarto de buena mañana.
7.45 Cojo las cosas de Simón, a Simón y a la perrina, y al parque de atrás para que Sira se de unas carreras y haga sus cosas.
8.00 Al coche a dejar a Simón en casa de los abuelos.
8.15 De nuevo al coche, a currar.
8.30-13.30 Curro
13.30 Salgo del trabajo y voy a la plaza de abastos mientras pienso qué coño voy a comer hoy. Compro pan, la comida y cena del día.
13.45. Recojo al cachorro, soporto un par de gilipolleces de mi suegra y a casa.
14.15 Saco a la perrina
14.45 Cambio a Simón, intento echarle en la cuna para que duerma la siesta (a veces con éxito, a veces de nuevo conmigo a la cocina, sentado la trona mientras como yo)Me hago la comida y como.
15.30/45 Intento de siesta: al sofá con el peque, que es la mejor manera de que suerma. Si le acuesto conmigo en el sofá, se duerme de hora y media a dos horas. Yo duermo 30 minutos; le blindo la zona para evitar caídas y aprovecho para tender ropa, poner lavadoras, cambiar sábanas...
17.00/17.30 Merienda de Simón
18.15 Preparo al niño y nos vamos todos de paseo: niño, madre y perrina. Si hace mucho calor nos quedamos jugando un ratillo en la alfombra de su cuarto hasta que se pueda salir a la calle.
20.30 Al jardín de atrás a tirar la pelota a Sira para que se canse, que si no, no hay quien la aguante luego.
21.15 Baño de Simón
21.45 Cena de Simón
22.15 Simón a la cuna. Preparo su ropa y su comida del día siguiente, recojo/tiendo la ropa que puse antes
22.45 Off

Muchos días es padre quien se ocupa de sacar a la perrina a las 8.30 para que corra, o de bañar a Simón, pero ese tiempo yo no lo aprovecho para descansar (tonta de mí, lo sé), sino para hacer los purés de Simón, o preparar la cena, o faenar en casa...
Necesito un respiro.

jueves, 23 de junio de 2011

Hola de nuevo

Ya estamos de nuevo volviendo poco a poco a la rutina; he vuelto al trabajo, sólo por la mañanas. Por las tardes estoy con mi pequeño, que es un niño precioso, muy simpático y risueño. He estado seis meses con él a jornada completa, el tiempo que marcan para lactancia exclusiva. Nos ha ido muy bien, y ahora ya ha empezado a comer purés y frutas, además de pecho por las mañanas y las noches. Come de fábula, le da lo mismo ternera, que pollo, que pescado, que lechazo...Es una gozada, espero que nos dure...

La vuelta al trabajo no ha sido muy dura, ya que Simón se queda con su abuela por la mañana, y sé que está perfectamente.
El curro en sí...Pues bueno, la chica que me sustituyó no ha dejado nada pendiente, de eso no tengo queja, pero la oficina está hecha un desastre; entiendo que ella se haya organizado las cosas a su manera para que el trabajo le resultara más fácil, pero de ahí a cambiar todo de sitio, pues hay un trecho. Así que me encuentro un poco como al principio de empezar a trabajar aquí, organizándolo todo y aprovechando para mejorar algunas cosas. Lo que no sé es cuánto me durará el trabajo, porque las cosas están bastante mal. Pero bueno, como le dije a mi jefe cuando me incorporé, aquí nos quedaremos hasta que el barco se hunda, que espero que no sea nunca, jeje.


Os he estado leyendo todo este tiempo, pero lo hacía desde el iPhone cuando Simón estaba al pecho, o en ratillos muertos, así que perdonarme por no haberos dejado comentarios.
Las que estáis en Facebook ya conocéis a mi niño, pero para las demás, os dejo una fotillo para veáis que no miento. Lo cierto es que no se parece a mí en nada, excepto en los ojos, que sí son míos; pero sólo la forma, el color tampoco es mío. Cuando nació era clavado a su padre; ahora se le sigue pareciendo más a él, pero menos que antes. Esto no es justo, a mí sólo me ha quedado el papel de incubadora/amamantadora, encima para que el renacuajo no saque casi nada mío, snif, snif...

En el carácter también es muy como su padre, lo cual agradezco mucho, porque es muy risueño, todo el mundo nos dice que se le ve que es un niño feliz, y eso es lo único que me importa. Bueno, eso, y que no le quede ninguna secuela neurológica a causa del parto que tuvimos, que, de momento, no ha aparecido ninguna. Veremos cuando empiece a hablar, a andar...Sus pediatras me dicen que le ven estupendo, pero hasta que no vaya llegando cada etapa no sabremos si su desarrollo es normal o no.
La única pega que puedo ponerle, es que duerme fatal, y, por ende, nosotros también. Ha sido algo muy extraño, porque hasta que yo empecé a trabajar dormía bastante bien, despertándose una o dos veces a mamar, pero nada más. Desde que empecé el curro, se despierta cinco o seis veces por la noche llorando, sólo se calma si le coges y le vuelves a dormir en los brazos, y a veces ni eso, como esta mañana, que se ha despertado a las 5.30 y no ha dejado de llorar hasta las 8.00. La cuna parece tenerla pavor de repente, porque es echarle y ya está llorando.Y y no sabemos qué hacer. Estoy leyendo libros de Carlos González, de Rosa Jové y, como ellos dicen, tengo la esperanza de que sea algo temporal, un cambio que está pasando el chiquillo, porque no veo la hora de dormir una noche más de 5 horas seguidas. Ay que joderse, con lo bien que dormía cuando era canijo...No sé, si a alguna os ha pasado algo parecido contarme, porque ando muy perdida.
En fin, me alegro de estar de nuevo por aquí. Os he echado de menos.