Y ha sido estupendo!!! Así que ahora mismo, coronando el día con buena música en mi iPhone y con un canutillo inesperado que ,seamos sinceros, era una de las cosas que más echaba de menos desde que me quedé embarazada, me siento en la obligación moral de compartir este extraño rato de felicidad que me tiene en una nube (¿o será más bien por el porrillo? lo de la nube, digo) Sea como fuere, pensando en lo que hoy ha supuesto, y sentada en este riconcillo de mi salón, mientras mi chico se ve una de virus en la tele, saco algunas conclusiones que quiero dejar por escrito en algún sitio para echar mano de ellas en esos momentos de bajonazo que me dan de vez en cuando y que hacen que lo vea todo feo, negro y sin solución.
Allá vamos, a corazón abierto, sin remilgos y preparada por si algo escuece:
- Hacer saber a los demás lo bueno que ha sido algo que has compartido con ellos; mandarles un WhatsApp dicéndoles lo guay que ha pasado el día, o el ratillo del café compartido. Así siempre quedará un mejor sabor de boca que haga que quieras repetir en breve. Porque es importante sacar momentos para los amigos, para un desahogo rápido que dura lo que dura fumar un piti en la puerta del bar.
- Comprender lo más pronto posible que, a veces, las circunstancias de la vida hacen que las cosas se tuerzan. No vale hacerse mala sangre pensando que nos están jodiendo; no, nadie me jode (no si yo no me dejo, claro!), simplemente, las expectativas no se cumplen siempre, y punto pelota. Asúmelo y serás más feliz.
- Y cogiendo el hilo de lo anterior, métete en la cabeza que la perfección casi nunca existe, así que no te dejes el pellejo, la ilusión y todas tus ganas en perseguirla siempre y ante todo! Respira, por Dios, y deja de mover la pierna de una vez...
- Tienes una vida increíble, esperando a que dejes de marearte a tí misma y la disfrutes al 100%. (Y es cierto,mi marido es todo lo que yo no soy y necesitaba tanto, me ha dado un hijo que jamás pensé que me haría tan feliz, y mi familia está bien, cada uno viviendo su vida lo mejor que sabe)...Sinceramente reina, no tienes de qué quejarte.
Así que cuando vuelvas a empezar a comerte a tí misma, cuestionándote todo lo que te rodea, menospreciando regalos que la vida te va dejando por el camino, como si fueran bonus en un videojuego, para que las cojas y te carguen las pilas, dos opciones te doy: o te vas de pedo con tu cari, a bailotear y copear, con la resaca del día siguiente; o te lees ésto y recuerdas la sensación tan acojonante que tenías cuando lo escribiste(Domingo 30 de Octubre a las 23:10, después de haber pasado el día en Aldeamayor). Aprende, Nuria, aprende;echa mano de lo bueno vivido como premisa de lo bueno que ha de venir.
Ala, se acabó el disco guay y el canu. A otra cosa, mariposa.